sábado, 4 de abril de 2009

Sin título


Toda la noche he llorado
amanecer desgarrador

Hora tras hora te forjé en mis sienes
con ilusorios encuentros que anestesien la partida

Entrelazados recuerdos
entre escombros perjuran trascender

Y este duelo que duele como arpón.

Para hacerte sentir mi amor (Laura Canoura)

Quiero compartir la letra de este tema, que me resulta de una ternura maravillosa...

"Cuando la lluvia caiga sobre ti
Y el mundo pese en tu corazón
Yo te daré mi calor
Para hacerte sentir mi amor

Cuando llores al amanecer
Y no haya quien te pueda consolar
Te abrazare hasta la eternidad
Para hacerte sentir mi amor

Y sé que no es fácil recibir
Pero que mal podría hacerte yo
Si en el momento en que te conocí
Supe que serías para mí

Puedo morir de hambre o soledad
Puedo arrastrar mi sombra hasta tus pies
No hay nada que no haría yo por ti
Para hacerte sentir mi amor

La tempestad ruge en el ancho mar
Y en la autopista del dolor
Vientos de cambio que se hacen sentir
Y aún no has visto a nadie como yo

No hay nada que no haría yo por ti
Para hacer tus sueños realidad
Recorrería el mundo hasta el final
Para hacerte sentir mi amor

No hay nada que no haría yo por ti
Para hacerte sentir mi amor".

jueves, 26 de febrero de 2009


Cada noche
entre reproches y algunas lágrimas
le explico a mi almohada
por qué tuvimos que dejarnos ir.

Presagio

Crónica de una muerte anunciada nuestra historia.
Nuestra historia en la que un enorme remolino nos envolvió y mantuvo elevándonos y hundiéndonos durante ¿demasiado tiempo?
Un remolino feroz que no nos perdonó, y nos azotó mil veces contra el suelo, al tiempo que nos hizo volar y soñar con ese cielo que veíamos pero que nunca pudimos alcanzar.
Sí, hubo amor, y lo hay, un amor inmenso pero no más fuerte que el morboso remolino.
Hubo sueños, risas, pasión y ternura, hubo todo lo que creímos que era suficiente. Pero ni un amor tan grande puede con los tironeos incesantes de la desconfianza, ese atroz remolino.

lunes, 23 de febrero de 2009

Sin título


Llueve tenazmente en esta noche vacía.
En esta noche vacía de palabras, de besos, de ilusiones, de caricias infinitas y sudor en el cuerpo.
Vacía de llanto, de reproches y de abrazos.

Amo la lluvia.
Esa que siempre está cuando surge el abismo.
Amo la lluvia que borra, que arrasa, que limpia, que emula ese llanto que no sale de mí.
La lluvia que en noches vacías como esta llega con el desvelo a sosegar este tedio.
Y el amor entristecido se aquieta en el susurro de la hermosa sinfonía de ese llanto cayendo implacable sobe el techo podrido de aquel viejo spleen.

Llueve tenazmente en esta noche vacía,
que sin darme cuenta se va llenando de mí.

Montaña rusa de emociones día a día en mi vida.

Con ella o sin ella no se cómo vivir.

Mis fantasmas, los suyos, el temor, la rabia.
Lo que fue, lo que es, lo que ya no será.

Bocas mudas, ojos ciegos, eterno resabio del amor funesto.
Mi vida gira, sube y baja, se retuerce, sin poderla dominar.

Mi noche vacía, mis miedos, mi amor, mi locura, mi ternura, mi odio, mi lluvia, mi flor, mi spleen, mi libido, mis sueños, mi desvelo, mi cansancio, mi tormento, mi calma, mis palabras, mis silencios, mis fantasmas, mis certezas, mi mente, mi alma, mi cuerpo, todo gira, se mezcla, se envuelve, se retuerce, sube y baja, sin poderlo dominar.

El spleen perpetuo de mis noches frías.
El dolor, la algarabía, el sentir que me amás.

Llueve tenazmente en esta noche vacía,
Que ceñida en mis palabras se convierte y ya no es más.

El sueño roto

Y el sueño nació, y se deshizo en el aire demasiado raudo.
Pero la congoja que yace en mi, que nació en mi un día, ya no se deshace, no se aleja.

Yo volví a aquel lugar en donde por un rato había sido un poco feliz.
Entonces estaba junto a mi, entonces reímos mil veces , entonces amé la vida.

Creyendo más que nunca en el eterno retorno, volví, mi luz, a aquella playa, pero esta vez sola,
más sola de lo que alguna vez pude estar.
Y en el mismo lugar en que reí y te sentí tan cerca de mí, dejé más tarde gravado mi llanto eterno, mi dolor infinito, esta vez junto a mi sólo la soledad.

Y el sueño roto ha caído vencido.
A lo lejos mi estrella tiembla, a lo lejos.
Y el sueño roto se duerme lentamente, mientras el pobre corazón siente el vacío.

Temores- contradicciones- ironía

Habitan en nosotros aunque querramos rehuirles incansablemente, aunque que ironía nos de miedo aceptar que le tememos a temer...

Le tememos a la soledad, como a las multitudes.
Le tememos a la frustración, como a triunfar y luego no saber que hacer.
Le tememos a la indiferencia, más miedo nos da una mirada.
Le tememos a la mentira, pero es mayor el miedo a una verdad.
Le tememos a decir te quiero, pero el temor de escuchar un te quiero a veces nos paraliza.
Le tememos a la tristeza, pero cuán más aún a la felicidad.
Le tememos al desamor porque nos vacía, y al amor porque nos ata.
Le tememos a la pregunta, más miedo nos da una respuesta.
Le tememos a la rutina y su monotonía, pero el cambio nos llena de temores.

Y que contradictorio, y ¿cómo no temer de todas estas cosas?,
si le tememos a la muerte, pero más aún a la vida.